Un lobo con piel de cordero.
Detrás de su rostro afable y sonrisa bondadosa se esconde una bestia "mitad defensa, mitad guerrero".
Crudo lo tienen los delanteros contrarios si pretenden entrar en su territorio con el balón controlado.
Antes del partido desprende dulzura, pero tras el pitido inicial, se coloca el cuchillo entre los dientes y ni tolera, ni consiente, ni perdona.
Si te fijas bien, verás un hacha, el cuchillo y un martillo. Pero en el rostro, siempre visible, una sonrisa, un gesto amable, un guiño.
Pablo sigue asi ,lo estas haciendo fenomenal.
ResponderEliminarJuegues de central o de medio centro, siempre estás en tu sitio y no bajas nivel. Eres un Crack.