Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, un trípode es un armazón o aparato de tres partes, que permite la estabilización de una cámara en su parte superior. Se utiliza para evitar el movimiento propio de la mano al tomar una foto o grabar una secuencia de vídeo. Según Johan, el trípode es... una chorrada.
Esta semana me esperaré al jueves para editar el vídeo-resumen del partido ya que utilizaré las imágenes grabadas con trípode de Mama Cimarrón, mezclándolas con las grabadas "con el pulso de un padre sufridor", y dejar contentos a todos que padecen mareos al visionar el vídeo, por lo tanto le pido a Mamá Cimarrón el miércoles le entregue a Palito la cinta (que conservaré como si de oro se tratase y devolveré de manera intacta el viernes) para poder digitalizarla.
A Dios pongo por testigo que devolveré la cinta intacta. La protegeré, y cuando todo haya pasado, la devolveré. A Dios pongo por testigo que nunca volveré a grabar encima de una cinta que no sea mía, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar... ¡a Dios pongo por testigo que devolveré la cinta!
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, un trípode es un armazón o aparato de tres partes, que permite la estabilización de una cámara en su parte superior. Se utiliza para evitar el movimiento propio de la mano al tomar una foto o grabar una secuencia de vídeo.
ResponderEliminarSegún Johan, el trípode es... una chorrada.
Esta semana me esperaré al jueves para editar el vídeo-resumen del partido ya que utilizaré las imágenes grabadas con trípode de Mama Cimarrón, mezclándolas con las grabadas "con el pulso de un padre sufridor", y dejar contentos a todos que padecen mareos al visionar el vídeo, por lo tanto le pido a Mamá Cimarrón el miércoles le entregue a Palito la cinta (que conservaré como si de oro se tratase y devolveré de manera intacta el viernes) para poder digitalizarla.
ResponderEliminarTe ha faltado decir: "a Dios pongo por testigo que devolveré la cinta".
ResponderEliminarA Dios pongo por testigo que devolveré la cinta intacta. La protegeré, y cuando todo haya pasado, la devolveré. A Dios pongo por testigo que nunca volveré a grabar encima de una cinta que no sea mía, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que mentir, robar, mendigar o matar... ¡a Dios pongo por testigo que devolveré la cinta!
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