El FC Barcelona ha goleado al Real Madrid por 5-0, con goles de Xavi, Pedro, Villa (2) y Jeffren, en una noche inolvidable. Los de Guardiola, con un fútbol ejemplar en todos los sentidos, se sitúan líderes de Primera.
Recuerden esta fecha: 29 de noviembre del 2010, 111º aniversario de la historia del Club. Es el día en el que el FC Barcelona le endosó otro 5-0 al Madrid en una de las lecciones de fútbol más espectaculares en la historia de los clásicos. Los goles de Xavi y Pedro en la primera parte y los de Villa (2) y Jeffren en la segunda han noqueado al eterno rival. No fueron ocho, pero sí cinco.
Lo peor: que este clásico sólo valía tres puntos y que el Barça sólo aventaja en dos puntos al Madrid en la clasificación, porque el fútbol mostrado por unos y otros esta noche ha estado a años luz. ‘T’estimo, Barça’, como rezaba el mosaico previo al encuentro.
Exhibición inicial
El inicio del clásico no ha defraudado. Más que nada, por la intensidad y la finura con la que ha salido el FC Barcelona, que ha necesitado seis minutos en enviar un balón a la madera mediante Messi y diez en fabricar el 1-0 con una brillante asociación entre Iniesta y Xavi. El Madrid no se había enterado de nada cuando justo después ha llegado también el segundo, en una combinación entre Villa y Pedro. Esto es fútbol del bueno. ¡Qué inicio local! De videoteca.
Ruido contra fútbol
Con el 2-0 abajo, el Madrid, grogui hasta el momento, ha reaccionado calentando el partido: un empujón de Cristiano Ronaldo a Guardiola cuando éste ha preferido cederle el balón a un compañero del portugués ha encendido al Camp Nou y al resto de protagonistas. Hubo tángana y amarillas para el jugador blanco y para Valdés. Al Madrid le ha salido regular la jugada: ha frenado momentáneamente al Barça, que, a su vez, ha convertido el campo en un enorme rondo. El equipo no había caído en la excitación deseada por los visitantes. Había que alejarse del ruido. Sólo jugar y jugar.
Aquí está Villa
La locura ha llegado en la reanudación. Villa ha amenazado en diversas ocasiones con el desmarque hasta que éste ha salido a la perfección. En dos ocasiones. En ambas, Messi le ha puesto el balón al hueco al asturiano y en ambas el ‘7’ ha demostrado el porqué de su fichaje. Aquí está Villa: 3-0. Este es Villa: 4-0. El Madrid, con Lass en el campo, era un muñeco en manos de un Barça pletórico.
La manita, a cargo de Jeffren
Con el 4-0 en el marcador era inevitable pensar en aquel 9 de enero de 1991 en el que el Barça le metió cinco al Madrid. El Camp Nou era una fiesta en forma de ola y cánticos interminables. Parecía que el quinto no llegaría hasta que Jeffren remató una jugada de Bojan por la derecha. Era la manita deseada. El quinto. El Madrid, desquiciado, cerró el encuentro con una sucia entrada de Ramos a Messi.
Lo peor: que este clásico sólo valía tres puntos y que el Barça sólo aventaja en dos puntos al Madrid en la clasificación, porque el fútbol mostrado por unos y otros esta noche ha estado a años luz. ‘T’estimo, Barça’, como rezaba el mosaico previo al encuentro.
Exhibición inicial
El inicio del clásico no ha defraudado. Más que nada, por la intensidad y la finura con la que ha salido el FC Barcelona, que ha necesitado seis minutos en enviar un balón a la madera mediante Messi y diez en fabricar el 1-0 con una brillante asociación entre Iniesta y Xavi. El Madrid no se había enterado de nada cuando justo después ha llegado también el segundo, en una combinación entre Villa y Pedro. Esto es fútbol del bueno. ¡Qué inicio local! De videoteca.
Ruido contra fútbol
Con el 2-0 abajo, el Madrid, grogui hasta el momento, ha reaccionado calentando el partido: un empujón de Cristiano Ronaldo a Guardiola cuando éste ha preferido cederle el balón a un compañero del portugués ha encendido al Camp Nou y al resto de protagonistas. Hubo tángana y amarillas para el jugador blanco y para Valdés. Al Madrid le ha salido regular la jugada: ha frenado momentáneamente al Barça, que, a su vez, ha convertido el campo en un enorme rondo. El equipo no había caído en la excitación deseada por los visitantes. Había que alejarse del ruido. Sólo jugar y jugar.
Aquí está Villa
La locura ha llegado en la reanudación. Villa ha amenazado en diversas ocasiones con el desmarque hasta que éste ha salido a la perfección. En dos ocasiones. En ambas, Messi le ha puesto el balón al hueco al asturiano y en ambas el ‘7’ ha demostrado el porqué de su fichaje. Aquí está Villa: 3-0. Este es Villa: 4-0. El Madrid, con Lass en el campo, era un muñeco en manos de un Barça pletórico.
La manita, a cargo de Jeffren
Con el 4-0 en el marcador era inevitable pensar en aquel 9 de enero de 1991 en el que el Barça le metió cinco al Madrid. El Camp Nou era una fiesta en forma de ola y cánticos interminables. Parecía que el quinto no llegaría hasta que Jeffren remató una jugada de Bojan por la derecha. Era la manita deseada. El quinto. El Madrid, desquiciado, cerró el encuentro con una sucia entrada de Ramos a Messi.
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